Yo(Mikel), muy a mi pesar, dejo a Ainara atrás y sigo con los otros tres valientes hacia el campo morrena del Valluna el cuál encontramos fácil. La búsqueda de la entrada al glaciar se hace más complicada, pero gracias a la trepalari de Mungia (Aurkene), conseguimos llegar a la entrada del glaciar tras trepar un canal de roca.
Nos ponemos los crampones y nos encordamos los cuatro entre titiritonas por el frio que hace (sin dudas el día más frio hasta ahora). La primera parte de la ascensión es una caminata glaciar sin mucha pendiente.
Después de hacer una paradita para comer un poco e hidratarnos esperando a que salga el sol(qué alivio), empiezan las pendientes pronunciadas y el cruce de un par de grietas abiertas.
Hacemos un último descanso antes de afrontar la expuesta arista cimera y por fin, con una rebentada del copón hacemos cima.
Tras las fotos de rigor, bajamos muy rápido y en hora y media ya nos estamos quitando los crampones y demás cachibaches. Destrepamos la canal de roca para llegar al campo morrena y en unos minutos nos juntamos con la rubita. Estaba deshidratada y hambrienta, puesto que cuando se dió la vuelta no se acordó de estos pequeños detalles y nos llevamos toda la comida y las pastillas para potabilizar el agua.
... pues eso, aparecen los expedicionarios que parece que vienen de la guerra y medio arrastras bajamos a la carretera para coger el taxi (esta vez furgonetilla) que nos devolverá a Huaraz. En el camino recogemos a otros 2, que el taxi les ha dejado tirados y emprendemos el viaje tortuoso a la casa de Zarela.
Cenita y a la cama areposar los músculos
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