Páginas

2012/08/14

2012/08/11 Illimani (6.439 m)

1:30 de la mañana y por fin se oye desde la otra tienda "egunon". Ayer preparamos todo el material para arrear rápido. Desayunamos, nos vestimos, nos colocamos el arnés, el casco, las botas, los crampones... y llega el momento más difícil; de noche y maldormidos parece que la aventura se va a hacer muy dura. Nos queda el consuelo de que no hace demasiado frio.


Nos ponemos en marcha y nuestro primer obstáculo es una pared de unos 50º. La nieve está en perfectas condiciones, los crampones y los piolets clavan a la perfección y todavía estamos frescos, así que superamos la pared bastante rápido. Después avanzamos por una arista de piedra y hielo y por fin llegamos a una grieta de un metro aproximado de ancho. Ya nos habían advertido los guías que era dificil franquearla, y que lo mejor es desviarse a la derecha y "meterse" en otra grieta, enooooooorme!


Con un poco de canguelo la pasamos y después solo nos queda subir y subir, en zigzag. Llevamos más de una hora haciendo "zetas" y parece que ya se ve la cumbre!!! Pero miro el GPS y marca 6.200 m, no puede ser! Esto me baja la moral. Los americanos nos adelantan. Miro hacia atrás y Luis e Iñaki nos indican que están agotados y se dan la vuelta. Mikel les manda halaridos de ánimo, pero no les volvemos a ver en un rato... Con un ritmo más lento seguimos avanzando, casi con las esperanza perdidas y con la lagrimilla en los ojos... yo no puedo más... Pero de repente vemos que los americanos están bajando ya, han hecho cima!!! Eso significa que no debe estar muy lejos!! Venga equipo, último tirón!!


Cuando estamo a 6.400 m miramos hacia atrás y vemos que Luis e Iñaki están aquí al lado, al final no se han rendido y vamos a hacer cima juntos! Por fin vemos la banderita en la punta del Illimani, pero no tenemos ganas ni de sonreir, sacamos unas fotos y bajamos pitando, que los porters nos esperan.



En Nido de Cóndores de nuevo, casi sin fuerzas, recogemos las tiendas y vamos bajando hacia el CB. Con todo el peso y el calor yo no puedo más, parece que se me va a caer la mochila encima. Creo que no he estado tan cansada en toda mi vida..


Pero por fin llegamosal CB, donde nos esperan los caballos para bajar a Pinaya. Allí está Elías con su taxi que nos acerca hasta La Paz. Pero el camino de noche se hace eterno. Las luces del taxi fallan cada dos por tres y nos quedamos a oscuras varias veces en medio de la nada... qué día más largo! A eso de las 10:00 de la noche llegamos al hostal, pero no estamos para celebraciones, mañana será otro día. Menos mal que todo sufrimiento tiene su recompensa... Por cierto, mi madre se ha llevado una gran ilusión; bajando del Illimani se despegó la suela de mi bota y no podré volver al monte por lo menos en Bolivia, esto es lo que queda de ella...

No hay comentarios:

Publicar un comentario